¡Hola! Este es nuestro análisis de noticias de medioambiente de la semana. Hoy analizamos a dónde nos llevan las acciones que hay actualmente en marcha contra el cambio climático, la crisis por la falta de agua en el Cuerno de África y los daños medioambientales de la guerra.
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LAS PROMESAS, LOS PLANES Y LOS HECHOS
El mundo va camino de lograr que las temperaturas no suban más de 2 °C a final de siglo. Puede que hayas visto u oído esta afirmación durante la última semana. Sin embargo, hace menos de un mes, el panel de expertos en cambio climático (IPCC) aseguraba que la subida será de 3,2 °C si nada cambia. ¿Cómo puede ser? Una diferencia de 1,2 grados es mucho cuando hablamos de temperatura global.
El primer dato, el de los 2 °C, está sacado de un estudio recién publicado en Nature. Este concluye que el ascenso de la temperatura se mantendrá bajo ese límite si todos los países cumplen sus compromisos. Pero, si hacemos caso a los planes aprobados y no a las promesas, la temperatura subirá 2,4 °C. Y, si solo atendemos a las acciones reales que se están llevando a cabo, el termómetro marcará los 2,6 °C.
Los tres datos son parte del mismo estudio, como explica en este tuit el director del Center for International Climate Research, Glen Peters. ¿Y la diferencia con las cifras del IPCC? Esa brecha se debe a que el informe de los expertos analiza todas las publicaciones científicas de los últimos años. Mientras, el estudio de Nature utiliza los datos actuales de las políticas y los planes aprobados después de la COP26.
Una diferencia de 2 a 2,6 °C puede parecer pequeña, pero no lo es. Por ejemplo, en un escenario de más de 2 °C, el centro y el oeste de Europa sufrirán inundaciones severas recurrentes y la sequía y la aridez se acentuarán en el Mediterráneo. En América Latina, desaparecerán muchos glaciares de montaña y los regímenes de lluvias cambiarán de forma importante, lo que dificultará el acceso al agua.
- Tenemos que reducir el uso de combustibles fósiles desde ya, concluía también el último informe del IPCC. Sin embargo, China redobla su apuesta por el carbón y Estados Unidos estudia conceder licencias para abrir nuevos pozos de petróleo y gas.
- La provincia de Alberta, la gran reserva petrolera de Canadá, tiene un impuesto especial para las emisiones de CO2 de los grandes contaminantes. Una investigación ha descubierto que parte de esos fondos se destina a promocionar los combustibles fósiles.
SIGUE SIN LLOVER
Marzo suele marcar el inicio de la temporada de lluvias en el este de África, pero este año apenas se registraron precipitaciones. El pronóstico para abril y mayo tampoco promete mucha agua, por lo que todo apunta a que la temporada será seca por cuarto año consecutivo.
La falta de lluvias añade presión a la situación de inseguridad alimentaria del este africano, acentuada por el encarecimiento de los cereales provocado por la guerra en Ucrania. Según la ONU, hasta 20 millones de personas de los países del Cuerno de África podrían pasar hambre este año. Ahora mismo, siete millones de etíopes y seis millones de somalíes ya están en esta situación.
La temporada de lluvias es fundamental para la región. Un país como Kenia, por ejemplo, recibe más del 70 % de sus precipitaciones anuales entre marzo y mayo. Si no llueve ahora, lo que llueva durante el resto del año no será suficiente. Como consecuencia, la ganadería y la agricultura se resentirán todavía más.
La FAO asegura que, si no se actúa pronto, la catástrofe humanitaria será inevitable en la segunda mitad del año por el aumento de los precios y los efectos del cambio climático. Un cambio climático del que estos países apenas son responsables: Kenia genera el 0,05 % de las emisiones globales de CO2, Etiopía el 0,04 % y Somalia menos del 0,01 %.
- Mientras tanto, las lluvias torrenciales dejan las peores inundaciones en más de 60 años en Sudáfrica. Han provocado más de 400 muertes.
- El acceso al agua no solo tiene que ver con cuánto llueve, sino con cómo se gestiona el recurso. Una evaluación reciente de la ONU señala que ningún país de África lo hace de forma efectiva.
Mi vecina Roxy
Durante ocho meses, Milan Radisics retrató la vida nocturna del bosque desde su cabaña. La serie de fotos de Roxy, una hembra de zorro que la visitaba con regularidad, le ha valido el primer premio de los Sony World Photography Awards.
Consejos para vestir de forma más sostenible, con Sònia Flotats
En la semana del Fashion Revolution, te traemos los tres últimos consejos para vestir de forma más sostenible de la mano de Sònia Flotats, fundadora de So Good So Cute:
8. Atrévete a probar tiendas de segunda mano o iniciativas de alquiler. También puedes intercambiar prendas o accesorios con tus amigos o familiares, sobre todo para eventos y fiestas.
9. La sostenibilidad no se limita al momento de la compra. Cuida tus prendas, lávalas solo cuando sea necesario y, siempre que sea posible, sécalas al aire libre.
10. Si una prenda se rompe, arréglala. Cuando ya no la uses, regálala, dónala o transfórmala para darle una segunda vida 👕
LA HUELLA DE LOS TANQUES
En las últimas semanas te hemos hablado mucho del impacto de la guerra de Ucrania en el mercado energético. De la dependencia de los países de las reservas de Rusia, de las alternativas a su gas y su petróleo y de cómo la demanda de la Unión Europea puede impulsar el fracking en Estados Unidos. A medida que se tenga más información, podrá analizarse también otro impacto: el que los combates dejan en la naturaleza.
El medioambiente es una de las muchas víctimas de las guerras. No es difícil imaginar por qué: estas dejan tras de sí incendios, gases tóxicos, bombas o suelos deteriorados por el paso de los tanques y la excavación de trincheras. Muchas veces, en zonas de gran valor natural: entre 1950 y 2000, el 80 % de los principales conflictos armados afectaron a puntos críticos de la biodiversidad.
Además, las guerras provocan inseguridad económica y alimentaria, lo que lleva a la población a depender de los recursos de su entorno natural para sobrevivir (por ejemplo, pueden aumentar la caza y la deforestación). También en algunos casos, se recurre al furtivismo o al comercio de partes valiosas de animales, como los colmillos de los elefantes.
Además de lo anterior, en el caso de Ucrania preocupa especialmente la contaminación ambiental, ya que se trata de un país con numerosas plantas químicas, depósitos de petróleo, minas de carbón y otros complejos industriales que podrían liberar grandes cantidades de contaminantes en caso de sufrir daños.
En pocas líneas
- En 2021 se vendieron más bicicletas que nunca en España: más de un millón y medio.
- A mediados de siglo, el 60 % de todas las especies de cactus del mundo podría estar en riesgo de extinción debido al cambio climático.
- Para amortizar el coste medioambiental de su producción, los móviles tendrían que durar al menos 25 años. De momento, su vida media está en tres, pero la reparación y la reutilización están aumentando.
- Solo en Perú y Colombia, existen al menos 282 procesos sancionadores contra 72 petroleras. En Ecuador y Bolivia, la falta de transparencia hace difícil aportar datos.
- Una ballena jorobada de cinco años plantó cara y terminó atacando a una manada de nueve orcas.
- En la Amazonía brasileña, la deforestación de reservas indígenas por la minería ha aumentado un 205 % durante el mandato de Bolsonaro.
- La asociación Shark Med ha ideado un sistema basado en tablas de surf, placas solares y tambores de lavadora para atraer y estudiar los tiburones azules, cada vez más invisibles en el Mediterráneo. Hay vídeo.
- Bolivia declara el quirquincho andino, más conocido como armadillo, patrimonio natural del país.
- La araña tejedora Larinioides sclopetarius usa sus redes para escuchar mejor los sonidos de su alrededor.
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