¡Hola! Este es nuestro boletín número 99. Entre otras cosas, esta semana te hablamos de la dependencia del carbón de la India y la crisis energética, del límite de los 1,5 ºC y qué hacer frente el cambio climático y de Querubín, la plataforma petrolífera que se acaba de hundir en Perú.
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LA RUEDA DEL CARBÓN
La intensa ola de calor que acaba de vivir la India ha puesto de manifiesto su dependencia del carbón. El país genera el 70 % de su energía eléctrica a partir de este recurso, pero la escasez de suministros ha provocado que las reservas actuales sean bajas. Esto, unido al aumento de la demanda de energía para hacer frente a las altas temperaturas, ha provocado la peor crisis energética en años.
En algunas zonas, los cortes de electricidad han llegado a durar hasta 16 horas. Muchos trayectos de trenes de pasajeros se han cancelado para dar prioridad a los de mercancías, que transportan el carbón a las centrales térmicas. Y el Gobierno ha pedido a las empresas que aumenten las importaciones para garantizar el suministro de cara a la llegada del verano.
En la parte norte y centro del país, las temperaturas medias de abril fueron las más altas desde que comenzaron a medirse, hace más de 100 años. En mayo, la ola de calor ha dejado registros de hasta 47,5 ºC. Los pronósticos indican que los termómetros volverán a subir durante los próximos días y que la región sufrirá cada vez más episodios extremos de este tipo.
Aunque todavía es pronto para ligar esta ola de calor en concreto al cambio climático, sí es cierto que el calentamiento global aumenta la frecuencia y la intensidad de estos fenómenos. Y no deja de resultar irónico que gran parte de las emisiones que lo provocan son resultado de la quema de carbón para generar energía con la que alimentar ventiladores y aires acondicionados.
A pesar de que el Gobierno cuenta con un plan para reducir su uso, la India es el segundo país que más carbón importa en el mundo. Durante la COP26, fue uno de los que presionaron para suavizar el mensaje contra este combustible, alegando que los países ricos son los principales responsables históricos del calentamiento global del planeta.
- 1,7 millones de niños han dejado la escuela para trabajar en Bangladés. Muchos de ellos después de que sus familias se vieran obligadas a migrar tras un desastre climático.
- Iraq sufre la séptima tormenta de arena en un mes, un fenómeno cada vez más extremo en el país debido al cambio climático.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
La sequía en el cuerno de África, las inundaciones en Europa y la ola de calor en la India han ocupado nuestras últimas newsletters. A veces parece que hablamos de estos eventos como sucesos aislados, pero no lo son. Están conectados con el cambio climático, un fenómeno global que tiene consecuencias locales. Un fenómeno ante el que a veces sentimos que no podemos hacer nada.
Nos hemos marcado el objetivo de limitar la subida de la temperatura mundial a 1,5 grados Celsius respecto a niveles preindustriales para contener los efectos más perjudiciales del cambio climático. Ahora, un informe de la Organización Metereológica Mundial señala que existe un 50 % de probabilidades de que esa subida de la temperatura se alcance, de forma puntal, durante los próximos cinco años.
¿Significa eso que no podemos hacer nada más? Los 1,5 ºC son una referencia, no el límite de un precipicio tras el cual todo se desmorona. Es mejor no superar la cifra, pero cada décima cuenta. No es lo mismo 2 ºC a final de siglo que 2,5 ºC o incluso 3 ºC, como señalan algunos pronósticos.
Mientras los gobiernos y las grandes empresas no acaban de afrontar la crisis ambiental con la determinación necesaria y Elon Musk usa su avión privado hasta para ir de casa al trabajo, ¿qué podemos hacer los ciudadanos de a pie?
- Infórmate, escucha y habla. Nuestro campo de acción es nuestro entorno. Informarnos sobre el cambio climático y hablar de los problemas y la soluciones con nuestros amigos, nuestra familia o nuestros vecinos son las mejores herramientas a nuestro alcance.
- Haz que te escuchen. Involucrarse en iniciativas locales o participar en movilizaciones climáticas es otra de las formas más efectivas de sentirse útil y lograr que los que toman las decisiones actúen.
- Piensa en qué hábitos puedes cambiar. Lo que haga Elon Musk importa. Pero si todos usamos menos el coche, consumimos menos energía, generamos menos basura o compramos más local, también se reflejará en las emisiones de gases de efecto invernadero (y en nuestro bolsillo, probablemente).
La acción de los gobiernos y de las grandes empresas contaminantes es fundamental, pero hay muchas cosas que podemos hacer a nivel local y personal. La más importante es, quizá, no bajar los brazos. Al fin y al cabo, no tenemos otro planeta a donde ir.
Vida en el vertedero
En 2019, Ben Lacomte atravesó a nado más de 500 kilómetros de la llamada isla de basura del Pacífico. Junto a él, viajaba un grupo de científicos. Las muestras que tomaron han revelado ahora un universo de vida flotando entre los plásticos.
CERRADO Y SIN MANTENIMIENTO
Querubín dejó de funcionar en 2012. Ahora, esta antigua plataforma petrolífera situada frente a la costa de Lobitos, en Perú, ha desaparecido bajo el océano, provocando el derrame de 400 litros de crudo y liberando 900 metros cúbicos de gas natural. Aunque la propietaria, Savia Perú, asegura haber limpiado el vertido, el caso ha levantado ampollas en el país. El avanzado deterioro de la plataforma era conocido desde 2014.
De hecho, la empresa contaba con un plan para empezar a desmantelar Querubín en 2018. Pero la autorización final del Gobierno no llegó hasta el pasado 12 de abril, apenas tres semanas antes de que se hundiese. Este caso no es único. Savia Perú debe desmantelar otras cinco plataformas en desuso, así como 48 líneas de tuberías submarinas.
Durante la última década, el mal mantenimiento de las plataformas petrolíferas ha causado innumerables vertidos en la costa peruana. Y el problema se repite en todos los países del mundo con este tipo de instalaciones. De hecho, la gran mayoría ni siquiera contabilizan los vertidos ni las emisiones que causan las infraestructuras en mal estado.
El 97 % de los oleoductos del Golfo de México que han sido abandonados desde 1960 siguen bajo el agua. Solo en la década pasada fueron responsables de más de 7000 vertidos, según Oceana. Y los más de 3,2 millones de pozos de gas y petróleo cerrados en Estados Unidos emiten 280 000 toneladas de metano cada año.
En pocas líneas
- Hay esperanza para la vaquita marina: a pesar de que solo quedan diez ejemplares, la población aún puede recuperarse. Al menos, desde el punto de vista genético.
- Las grandes petroleras, como Shell o ExxonMobil, multiplican sus beneficios durante el primer trimestre del año tras la subida de precios provocada por la guerra en Ucrania.
- La planta fotovoltaica flotante más grande de Europa tiene el tamaño de cuatro campos de fútbol y se inaugurará este verano en el embalse de Alqueva, en Portugal.
- Las matrículas están cada vez más limpias: estudios que analizan los choques de insectos contra los coches de Reino Unido concluyen que su población se reduce un 34 % por década.
- El acuerdo de Coldplay con la petrolera Neste para reducir las emisiones de su próxima gira dispara las críticas a la banda por ecoblanqueamiento.
- El murciélago ratonero imita el sonido de las avispas para despistar a predadores como búhos y lechuzas.
- Cada vez hay más bebederos y hoteles para abejas y otros polinizadores en Ciudad de México.
- La fuerte sequía que sufre el oeste de Estados Unidos saca a la luz varios cadáveres ocultos en el fondo del lago Mead, cerca de Las Vegas. Las sospechas apuntan a la mafia.
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