¡Hola! Somos Tania y Juan y este es nuestro análisis de noticias de medioambiente de la semana. Hoy analizamos los costes del cambio climático, lo que nos espera en 2025 a nivel medioambiental y la relación entre los romanos y el plomo.
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LA CUESTA DE ENERO
Los gastos navideños han dejado muchos bolsillos bajo mínimos. A nivel planetario, pasa algo parecido: la factura de los excesos de los combustibles fósiles no deja de aumentar. Un estudio de la ONG Christian AID señala que solo las 10 catástrofes climáticas más costosas de 2024 han supuesto unos 230 000 millones de dólares en pérdidas.
Esta estimación, basada en los datos de las compañías de seguros, recoge solo las pérdidas económicas de bienes asegurados. Esto quiere decir, por un lado, que los costes financieros reales son seguramente mayores y, por el otro, que estas cifras muestran sobre todo la realidad de los países ricos (en donde la población tiene bienes de mayor valor y puede permitirse asegurarlos). De hecho, el país que sale peor parado es Estados Unidos.
A nivel global, señala el informe, ninguna región se libró de los efectos devastadores de los desastres climáticos. Y, por primera vez desde que se empezó a elaborar este estudio en 2018, un evento vivido en España está entre los diez más costosos: la DANA de finales de octubre dejó pérdidas de 4220 millones de dólares.
LOS ROMANOS Y EL PLOMO
¿Por qué piensan tanto los hombres en el Imperio Romano? La pregunta que ha sido tendencia en redes sociales durante el último año ha encontrado muchas respuestas: nostalgia de un pasado glorificado, grandes obras de ingeniería, batallas épicas o, simplemente, buenas historias. Pero seguramente casi nadie piense en cómo los romanos se envenenaron a sí mismos hasta acabar mermando su inteligencia.
Una de las obsesiones del Imperio Romano era la minería: llenaron su territorio de agujeros en busca de oro, plata y otros minerales. Además de extraerlos, los fundían, los procesaban con habilidad y los usaban en sus infraestructuras. Esta pujante industria metalúrgica tuvo una cara B, el incremento de la contaminación del aire por plomo, un metal que en concentraciones altas daña el cerebro y el sistema nervioso.
Termina de leer la relación entre los romanos y el plomo en Substack.
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