Las renovables y la guerra de Ucrania

¡Hola! Este es nuestro análisis de noticias de medioambiente de la semana. Seguimos con la mirada puesta en Ucrania, te hablamos también del aumento de los juicios climáticos y te contamos la historia épica del Endurance.

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EL LITIO DEL DONBÁS

13 000 millones de euros y subiendo. Esto ha gastado la Unión Europea en comprar petróleo, gas y carbón de Rusia desde el inicio de la invasión de Ucrania hasta el momento en que escribimos estas líneas. Son más de 600 millones al día, según el contador digital del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio. El dato recalca la enorme dependencia fósil de los Veintisiete, de la que te hablamos la semana pasada.

Esta cifra ya estaba ahí antes de la guerra, pero ahora se ha convertido en una cuestión de seguridad y estabilidad económica. La compra de combustibles fósiles financia la invasión y los problemas de suministro disparan los gastos de los hogares. Tras esquivar el debate durante años, la Unión Europea parece ahora decidida a cerrar el grifo de las importaciones de energía rusa. Reconoce, eso sí, que esto no sucederá por completo antes de 2027.

Una de las soluciones que se plantean a largo plazo es acelerar la implantación de las renovables y la electrificación de la industria y el transporte. Sin embargo, para conseguirlo, se necesitan recursos minerales que escasean y que están, también, relacionados con Rusia y Ucrania.

Por ejemplo, los electrolizadores usados para producir hidrógeno necesitan paladio y platino. El 35 % y el 12 % de sus reservas globales, respectivamente, están en Rusia. Para la fabricación de baterías, por otro lado, es clave el litio, y uno de los yacimientos de este metal más grandes de Europa está en la región ucraniana del Donbás. La lista sigue.

EL CLIMA EN LOS TRIBUNALES

¿Recuerdas el caso de los jóvenes y la monja que denunciaron al Gobierno australiano por no proteger la naturaleza para las generaciones futuras? Aunque un tribunal les dio la razón, la ley se ha puesto finalmente del lado del Gobierno. Casos como este muestran una tendencia creciente: la lucha contra el cambio climático se juega también en el terreno judicial y los objetivos son cada vez más ambiciosos.

Por ejemplo, los directores de Shell han sido demandados por no diseñar una estrategia adecuada para reducir a cero las emisiones de la petrolera. Se trata de la primera vez que una demanda les responsabiliza de forma personal de no hacer lo posible para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.

Además del cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la protección de la naturaleza protagonizan también los litigios ambientales. Los demandantes han mejorado sus estrategias para dejar de presentar los problemas como hechos aislados. En su lugar, tratan la naturaleza y los ecosistemas como un conjunto y se centran en aquellos casos que puedan tener más impacto a nivel global.

  • 24 de los 27 estados miembros de la Unión Europea no alcanzan los objetivos de recogida selectiva de basura electrónica. Como consecuencia, casi cinco millones de toneladas de estos residuos no son gestionados correctamente cada año.
  • Miles de personas se manifiestan en Brasilia en contra de cinco leyes en trámite que, de aprobarse, relajarían las ya laxas medidas de protección ambiental de Brasil.
  • Estados Unidos prometió 11 400 millones de dólares anuales para ayudar a los países en vías de desarrollo a adaptarse y hacer frente al cambio climático. Sin embargo, el presupuesto aprobado para 2022 es de apenas 1000 millones.
El fotógrafo de la biodiversidad

No hay lugar en el mundo que albergue tantas especies de aves diferentes como Colombia. Se trata de uno de los países más diversos del planeta, en el que viven una de cada diez especies animales y vegetales conocidas.

Memo Gómez se ha propuesto retratarlas a casi todas.

Este fotógrafo colombiano ha sido seleccionado como uno de los ganadores de los Sony World Photography Awards 2022 por esta imagen de una colorida guacamaya aterrizando.

UN SIGLO BAJO EL DESHIELO

Cruzar la Antártida a pie. La idea suena descabellada hoy, pero lo era todavía más en agosto de 1914, cuando la Primera Guerra Mundial acababa de estallar y solo hacía tres años que Roald Amundsen había alcanzado el polo sur. Aun así, Ernest Shackleton y un equipo de 27 personas partieron hacia el continente helado con el objetivo de escribir su nombre en la historia. Lo hicieron, aunque nunca llegaron a cruzar la Antártida.

En enero de 1915, su barco, el Endurance, quedó atrapado en los hielos del mar de Weddell a 160 kilómetros de su destino. Tras 10 meses inmóvil, el buque se acabó hundiendo y los tripulantes tuvieron que acampar sobre el mar helado, primero, y en la remota isla Elefante, después. Completamente aislados, solo podían hacer una cosa si querían sobrevivir: llegar a algún lugar habitado.

A bordo de un bote, Shackleton y otros cinco marineros cruzaron el Atlántico Sur hasta las islas Georgias. Tardaron casi tres semanas, pero lo lograron. Desde allí organizaron el rescate de los náufragos, que llevaban casi cinco meses en la isla Elefante. Todos volvieron a casa sanos y salvos.

El Endurance, sin embargo, se quedó bajo el hielo, a 3000 metros de profundidad. Allí siguió hasta que una expedición lo encontró el mes pasado. El navío está en increíble buen estado, pero ha sido ocupado por una nueva tripulación de anémonas, esponjas, hidromedusas y hasta un cangrejo Yeti que no se sabía que habitaba el mar de Weddell.

Además de rescatar el Endurance del olvido, la misión ha estudiado cómo han cambiado las profundidades de la Antártida tras un siglo de cambio climático. Los resultados se publicarán a lo largo de este año.

En pocas líneas
  • A los pulpos les gusta la basura. Usan cada vez más botellas, latas y otros residuos para refugiarse o poner sus huevos.
  • Apple, Microsoft y Google son las empresas que más dificultan la reparación de sus aparatos. Su diseño original hace casi imposible arreglarlos en caso de avería.
  • La calima, como la que sufre estos días la península Ibérica, puede tener beneficios para el medioambiente: el polvo del Sáhara actúa como fertilizante en la tierra y en el mar.
  • Tres de cada cuatro especies de plantas salen perdiendo de su convivencia con los humanos. Su utilidad determina sus probabilidades de extinguirse.
  • Quintana Roo, el estado más turístico de México, vive en primera línea la subida del nivel del mar. Sus playas pierden una media de 1,2 metros al año.
  • Somalia pide ayuda internacional ante el empeoramiento de la sequía. Afecta ya a siete millones de personas.
  • No es nuevo, pero nos ha parecido curioso: Kjell Bloch creó en 1975 un colorido abecedario con las letras que encontraba en las alas de las mariposas.
  • Un pequeño roedor de Mongolia corta las hierbas altas para vigilar mejor a su principal depredador alado: el alcaudón.
  • Ser el más atractivo puede llevar al éxito, pero no siempre garantiza reproducirse. Al menos, así es entre algunas aves.

Esperamos que hayas disfrutado esta edición de Planeta Mauna Loa. Si tienes comentarios, no dudes en escribirnos.

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